Cuba denuncia presiones de EE.UU. a países para cambiar su postura ante el embargo

El gobierno de Cuba acusó este miércoles a Estados Unidos de ejercer «presiones intimidatorias y engañosas» sobre varios países para que voten en contra de la resolución que exige el levantamiento del embargo económico impuesto por Washington contra la isla, cuya votación está prevista entre el 28 y 29 de octubre en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, afirmó que La Habana dispone de «información fidedigna» sobre gestiones de Washington dirigidas a «países de América latina y Europa» con el fin de modificar su posición histórica de apoyo a la resolución. «Hemos tenido acceso a documentos enviados por Estados Unidos a terceros países para obligarlos a alterar su voto tradicional», aseguró Rodríguez en conferencia de prensa ante medios internacionales.
Según el ministro cubano, la administración estadounidense habría advertido a gobiernos aliados de posibles represalias económicas y diplomáticas, incluyendo la «privación de visados» y la imposición de «tarifas comerciales o restricciones sobre sus compañías privadas» en el caso de no votar acorde a las exigencias de Washington. «Están combinando la manipulación con la intoxicación informativa para tratar de imponer, no solo un clima de desesperanza y desmovilización política, sino también un ambiente de miedo», escribió el canciller más tarde en sus redes.
Una resolución para salir del embargo
Cuba presenta anualmente, desde 1992, una resolución no vinculante ante la Asamblea General para reclamar el fin del bloqueo económico, impuesto por Estados Unidos en 1960 tras el triunfo de la Revolución liderada por Fidel Castro. El jefe de la diplomacia cubana mencionó tener la posesión de dos comunicaciones fechadas los días 8 y 17 de octubre, en las que Estados Unidos habría instado a otros Estados a «rechazar» la iniciativa cubana, argumentando que la isla representa «una amenaza a la paz y la seguridad internacionales».
Rodríguez calificó esas maniobras como parte de «una campaña calumniosa, mendaz y de intoxicación informativa, destinada a distorsionar la imagen de Cuba y generar temor entre los países miembros de la ONU». El ministro aseguró que, pese a las presiones, la resolución volverá a «prevalecer con una abrumadora mayoría» en su votación en la Asamblea General. «El gobierno de Estados Unidos va a quedar aislado, si acaso por algunos lacayos, y esto será una gran victoria de la revolución y del derecho internacional», remarcó.
El texto sometido a votación reafirma principios como la igualdad soberana de los Estados, la no intervención en los asuntos internos y la libertad de comercio y navegación internacionales. También recuerda las medidas de flexibilización impulsadas durante la dirección de Barack Obama entre 2015 y 2016, «que contrastan con las aplicadas desde 2017 para reforzar su implementación».
En 2024, la resolución titulada «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba» fue aprobada con 187 votos a favor, dos en contra (Estados Unidos e Israel) y una abstención (Moldavia). Aunque no tiene efectos jurídicos, el resultado volvió a evidenciar el aislamiento de Washington en torno a su política hacia la isla.
En su más reciente intervención ante la Asamblea General, Rodríguez calificó el embargo como un «acto de castigo colectivo prohibido por el derecho internacional» y denunció que entre marzo de 2024 y febrero de 2025 el bloqueo causó pérdidas por más de 7.500 millones de dólares. El ministro también denunció la persecución al suministro de combustible, repuestos y asistencia técnica para centrales termoeléctricas, así como sanciones contra compañías navieras y aseguradoras vinculadas a la isla. Desde el Departamento de Estado, la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental estadounidense respondió que «el embargo no es la causa, el régimen lo es».
«Cuba no forma parte del conflicto» en Ucrania
En paralelo al debate sobre el embargo, La Habana negó las acusaciones de Washington sobre una supuesta participación de nacionales cubanos en la guerra en Ucrania. «El gobierno cubano ratifica categóricamente que Cuba no forma parte del conflicto armado ni participa con efectivos militares allí ni en ningún otro país», reiteró el ministerio de Relaciones Exteriores del país caribeño.
Rodríguez aseguró contar con copias de cartas que Washington habría enviado a cancilleres, presidentes y embajadores para difundir esa acusación. «Hasta 20 mil ciudadanos cubanos han sido reclutados, dice el texto. Todo el mundo sabe que eso es mentira», sostuvo el diplomático, quien recordó que fue en La Habana donde se firmó la Proclama de América latina y el Caribe como zona de paz, en el marco de la Celac, que Estados Unidos estaría incumpliendo con sus bombardeos a embarcaciones en aguas internacionales.
«Acusar a Cuba, que ha sido víctima del terrorismo, es cínico. Es una presión con argumentos en los que nadie cree para alterar el debate en la ONU, desviando la atención del abuso que Estados Unidos ejerce sobre un pueblo noble y solidario como el cubano», sostuvo Rodríguez. El canciller consideró «una burla» que Cuba sea presentada como una amenaza a la paz mundial. «Es una ofensa a nuestro pueblo, son mensajes vergonzosos y calumniosos», afirmó.